El coche se presentó en Valdeconejos, pueblo "aisladísimo e incomunicado de las altas serranías turolenses". Los aldeano se agrupan en torno a ese extraño artefacto, se carcajean cuando les explican que tiene quince caballos adentro y salen en desbandada cuando suena el claxon y se quedan deslumbrados cuando se iluminan los faros. Esto cuenta Francisco Grandmontagne en un artículo en el diario El mañana. |
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