Un día como hoy... 9 de enero de 2015
Una aproximación a la historia minera de Escucha y de Pozo Pilar
(ca. 1968-1993). Por Alba Rodríguez Alcalá
Escucha siempre ha sido un pueblo minero. La época de mayor
esplendor coincidió con el auge de la minería a mediados del siglo XIX y
durante el siglo XX, llegando a haber, a lo largo de estos 150 años, unas 40 minas de carbón, según los datos conservados en el
Catastro Minero del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Todo ello se
tradujo en un importante crecimiento de la población no sólo en Escucha, sino
también en otros pueblos de la Comarca de las Cuencas Mineras, destacando los
desplazamientos de personas procedentes de Andalucía y Extremadura, sobre todo a partir de los años 60 del
siglo XX. Para que se hagan una idea, en el año 1900 Escucha tenía unos 450
habitantes, y en 1981, 1.593 habitantes.
Una de las mayores empresas mineras que laborearon el carbón en
esta cuenca minera y en Escucha fue Minas y ferrocarril de Utrillas (M.F.U.).
La empresa M.F.U. fue creada en el año 1900 por un grupo de Ilustres
Aragoneses, algunos de ellos consejeros del Banco de Crédito de Zaragoza, y fue
una de las más ricas de la región. Además de las minas, una de sus primeras
grandes aportaciones fue la creación de un ferrocarril que unía Utrillas con
Zaragoza, inaugurado en 1904, y que sirvió para aprovechar buena parte del
carbón extraído, el cuál era destinado a la industria zaragozana, en especial
las azucareras, y al consumo doméstico.
Sin embargo, con el paso del tiempo nuestras minas dejaron de
ser rentables y se cerraron, ya que actualmente se apuesta por las energías
renovables y es más económico traer el carbón del exterior, ya que es de mejor
calidad y la mano de obra es más barata. El efecto ha sido devastador, ya que
la población ha comenzado a descender porque las familias tenían que marcharse
a otros lugares en busca de trabajo. Actualmente, Escucha cuenta con una
población aproximada de 1.000 habitantes.
La mina Pozo Pilar fue construida por la empresa M.F.U. a partir
de octubre de 1968 y su cierre se produjo entre 1991 y 1993. Se encuentra
ubicada en el paraje denominado “Los Planos”, en el término municipal de
Escucha, dentro de la concesión de carbón “El Abundante”, número 440. Según las
fuentes manejadas, Pozo Pilar tuvo dos directores de mina: don Jacinto Romanach
y don Benjamín Lorenzo, este último hasta su cierre.
Varios fueron los motivos que llevaron a la construcción de Pozo
Pilar, considerada la segunda mejor mina de lignito en toda Europa por su
mecanización y tecnología. El primero de ellos fue la necesidad de asegurar el
suministro de carbón a la Central Térmica de Escucha, construida por “Unión
Térmica, S.A.” e inaugurada en 1970. Otros motivos fueron el aprovechamiento de
las zonas Central y Oriental de las concesiones de M.F.U., la necesidad de
asegurar unos bajos costos de producción mediante la concentración en Pozo
Pilar de la mayor parte de la extracción, y el estado de agotamiento de las
reservas de las minas Santiago, Pozo Santa Bárbara y Mina Sur, ubicadas en
Utrillas.
El contexto histórico en el que se sitúa la construcción y
puesta en funcionamiento de Pozo Pilar coincide con la época denominada como
Segunda Edad de Oro de los Carbones (1973-1986). El estallido de la primera
crisis del petróleo en 1973 supuso la recuperación de las explotaciones mineras
de carbón, lo que conllevó un aumento de la producción de lignito y de la
demanda de mano de obra en la comarca de las Cuencas Mineras. Como consecuencia
de ello tuvieron lugar las llamadas “expediciones de mineros” realizadas por
todo el país, por lo que Escucha experimentó un crecimiento poblacional
considerable, llegando al punto álgido en 1981, con 1.593 habitantes.
En esta situación de bonanza y optimismo de la minería del
carbón, la empresa M.F.U. realizó grandes inversiones para la mina Pozo Pilar,
inversiones que más adelante repercutieron en su endeudamiento. La máquina de
extracción fue dotada de todos los elementos más modernos de la época, estaba
equipada con un motor eléctrico de corriente continua con una potencia de 1.100
KW y con una polea tipo Koepe para cuatro cables, que hacían funcionar el skip
o jaula, que tenía una capacidad de 19 Tm. y una velocidad de régimen de 10
m/s.
M.F.U. subcontrató a la empresa “Obras Subterráneas, S.A.” para
que realizase los trabajos de acondicionamiento del pozo, de 368 metros de
profundidad y dos plantas de extracción de carbón: la primera a unos 162 metros
de profundidad y la segunda a 295 metros. En las explotaciones se utilizaron
escudos hidráulicos para proteger a los mineros de posibles hundimientos,
dotados de canal para transportar el carbón que era arrancado mediante rozadora
o fresa.
Para llevar el carbón extraído del Pozo Pilar al parque de
carbones de la Central Térmica de Escucha, a partir del mes de julio de 1973 se
proyectó y realizó el montaje de una cinta transportadora subterránea de unos
480 metros de longitud, y con una capacidad de 500 Tm/hora. De esta forma, la
empresa M.F.U. se ahorraba los costes del transporte en camiones.
Según la documentación cotejada hasta la fecha, en el año 1976
se comenzó a extraer carbón del Pozo Pilar, con muy buena producción, y en
estos años llegó a tener 1.600 trabajadores en plantilla.
La llegada de la década de 1980 conllevó la desaparición
paulatina de la minería subterránea y el auge de las explotaciones a cielo
abierto, que eran más productivas y rentables, pero necesitaban menos mano de
obra, por lo que se produjo la amortización de empleos. También los duros
recortes en la producción de carbón motivados por el Plan Energético Nacional
de 1984 empeoraron la situación, pero fue la dificultad para hacer frente a la
competencia ante la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea en 1986
lo que empeoró la situación. Dicha adhesión implicó la aceptación del Tratado
de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), cuyo objetivo era el
establecimiento de un mercado común en condiciones de libre competencia, por lo
que se comenzó a importar carbón del exterior, que era más económico y de mejor
calidad.
Fue una
etapa de incertidumbre para los mineros, que protagonizaron algunas huelgas y
movilizaciones. Entre 1981 y 1984 se perdieron unos 700 puestos de trabajo en
la cuenca minera, debido a la disminución de la actividad en el interior de las
minas. La inversión realizada por la empresa M.F.U. no fue rentable, ya que no
se generaron los beneficios esperados y los costes de explotación eran
elevados. Todo ello, añadido a la coyuntura española de ese momento, repercutió
en la decisión de M.F.U. de cerrar Pozo Pilar y dedicarse a la minería a cielo
abierto.
El 1 de mayo de 1991 se dio de baja la mina Pozo Pilar, pero
siguió funcionando hasta 1993 para que los mineros pudieran acceder a la
prejubilación incentivada.
La última mina que hubo abierta en Escucha, el Pozo Trinidad (más conocida como mina Lancis),
cerró sus puertas en el año 2002. Las imágenes
son totalmente reales, realizadas por el fotógrafo Antonio Delgado, quien se introdujo con los 8 últimos
mineros en los últimos meses de trabajo. Con ellas se recrea la jornada del
minero: comienza con el desayuno, la salida de casa, se reúne con los
compañeros, realizan las labores del exterior, después las de interior y la
última foto es la salida de la mina.
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