Septiembre, tiempo de moras.
Cuando acaba el verano, con la llegada de septiembre, es el momento de la recolección de las moras silvestres en Escucha y Valdeconejos. A mayor altitud, por ejemplo en las laderas del San Just, más tardará en madurar este fruto de la zarzamora que puede consumirse tal cual, en macedonia, en forma de mermelada e incluso hay quien elabora un exquisito vinagre de mora.
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En septiembre pueden empezar a recogerse estos deliciosos frutos silvestres.
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Nace en verde, crece en rojo y madura en negro, así es
el ciclo vital de la mora, una fruta del bosque de la que la Fundación Española
de la Nutrición (FEN) destaca, de entrada, su baja aportación calórica y su
contenido en vitamina C (superior a algunos cítricos) y en provitamina A.
Gracias a estas propiedades, las moras son una fruta a
la que acudir con frecuencia, sobre todo si se sigue una dieta de pérdida de
peso, porque su contenido en azúcar es muy bajo. Y por la presencia de las
vitaminas C y A contribuyen a nutrir los huesos, los dientes, la piel, la
generación de colágeno o la absorción de hierro.
VALOR NUTRICIONAL POR 100 GR,
- Calorías: 39 kcal
- Grasas totales: 0,2 g
- Colesterol: 0 mg
- Fibra: 6,6 g
- Potasio: 160 mg
- Hidratos de carbono: 5,1 g
- Vitamina C: 15 mg
La organización 5 al día pone en valor sus propiedades
antioxidantes (gracias a la vitamina C y al betacaroteno que contienen), que
“nos protegen de muchas enfermedades degenerativas y cardiovasculares”. Y
también su proporción de potasio, un mineral que tiene propiedades diuréticas.
Además, según MedlinePlus, este elemento “ayuda a la función de los nervios, a
la contracción de los músculos y a que el ritmo cardiaco se mantenga constante.
También permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar sus
desechos”.
La mora es una fruta rica en fibra, como el resto de
bayas silvestres, de forma que facilita el tránsito intestinal. Y la FEN
también recuerda que contiene “una sustancia llamada pterostilbene, que además
de ayudar a reducir el colesterol, propicia la regulación de la glucosa en
sangre, por lo que ayuda en el tratamiento de la diabetes tipo II”. LA VANGUARDIA 06/08/2018 |
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