viernes, 4 de septiembre de 2020

El río "Peñalta" de Escucha y su barquito de juntos.

En Escucha y Valdeconejos, los chicos de antes no tenían tantos juguetes como ahora, lo que hacía que pusieran en marcha ingenio y creatividad para disfrutar jugando. Un ejemplo es este barco de juncos que, una vez construido, navegaba por acequias y riachuelos (del Peñalta seguiría por el río Ancho hasta el río Martín y el Ebro, para desembocar en el Mediterráneo y seguir navegando hasta donde la imaginación lo llevara). Te descubrimos el proceso en ocho pasos para conseguir tu canoa, tu barco pirata o vikingo, lo que prefieras (era una de las propuestas para este verano pero se suspendió con el resto de actividades). Curiosidad:...los juncos se arrancaban y, de chicos, nos comíamos la parte blanca de la base.

1.- Coges una docena de juncos junto a alguna acequia o humedal.

2.- Cortas 3 trozos que servirán de base (sobre 30 cm. de largo) y que unirás en sus extremos. También necesitarás cortar otros a 20 cm para hacer el casco y
otros tantos de 10 cm que le darán estabilidad y le permitirán flotar.

3.- Comienzas a armar el barquito: doblas una pieza larga por la mitad, la introduces sobre el eje de la base y cruzas una pieza más pequeña para que la sostenga.

4.- Continúas con el proceso alternando tira larga y corta. El junco debe de estar húmedo para que puedas doblarlo y evitar que se rompa o se fracture.

5.- Aproximas la estructura al extremo y sigues construyendo.

6.- Poco a poco tu barquito va tomando forma, no hay prisa, ¡disfruta!.

7.- Ya hemos llegado al final; las medidas de los juncos son orientativas, puedes modificarlas.

8.- Solo quedaría recortar las puntas y...¡a navegarrrrr!.












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