Desaparece un Roscopf... 25 agosto 1953
Desaparece el reloj de Manuel Murillo Prieto a la salida del teatro
Salían del teatro, según declaran los testigos, del local que sería inaugurado como cine un año después, y se produce un a pequeña riña fruto de la que desaparece el reloj de Manuel Murillo. Era un Roscopf de 12 rubíes con números de colores que había adquirido en Alcañiz. Joaquín Pérez testificó que era cierto que Manuel tuviera ese reloj. A partir de aquí, según providencia del Juez D. Antonio Marzo, se interroga quien supiera algo. Eugenio Lafuente dice que no vio el reloj, lo mismo que declaran Eliseo Galve y Juan Castillo que parece ser estaban presentes. Francisco Montero Alegría dice no saber nada porque se encontraba en el Bar Conchita, y su hermano Vicente Montero cuenta que salió del teatro con su mujer e hija y se fueron a casa, para salir luego a tomar la fresca en la carretera y no vieron nada. El alguacil, D. León Conesa, y el juez realizaron una inspección ocular desde el garaje de Florencio Galindo hasta el Cuartel de la Guardia Civil y el chalé de D. Celestino Martín; no encontraron rastros de sangre ni del reloj. Y a Emilio Lahoz no pudieron tomarle declaración porque había salido de viaje con el camión. También había acudido al teatro personal que está trabajando en la construcción de las escuelas. El caso es que el Roscopf no apareció.
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