Diccionario de insultos en Escucha y Valdeconejos

Estos son algunos de los "piropos" que se echaban nuestros abuelos de Escucha y Valdeconejos, son "palabros", alguno de los cuales ha desaparecido. Antes, también ahora, se utilizaba la llamada pedagogía despectiva que deberíamos desterrar en cualquier relación familiar o social. Hoy traemos expresiones con la letra "I". ¡Ah! y que conste que las palabras referidas no siempre solían expresarse a la cara, lo que dice bastante de quien las empleaba.

En ocasiones se dan deformaciones de las palabras para referirse, amigablemente, al vecino. Los demás solían ser imbidiosos, un pecado capital que todavía se conserva, o imperfectos que viene a decirse de los tontos o cortos de mente. Pero algunos nunca reconocían sus defectos y eran unos inchaus, arrogantes y soberbios. Bueno, también se apodaba de inchau como un botijo al que era un tanto orondo y entrado en carnes; en sentido figurado era el engreido y siempre satisfecho de sí mismo.

Viñeta "Cuentos baturros" de Teodoro Gascón.

Entre los amigos, estaba el incordioso, siempre fastidiando y molestando, o el indizcador que es lo mismo que el provocador. En esta escala, lo peor de todo es que te llamaran infame, que quiere decir que tienes malas ideas o intenciones perversas.

Viñeta "Cuentos baturros" de Teodoro Gascón.

En estas tesituras había a quien tildaban de inorante, que no solía tener culpa de ser un tanto ingenuo o buenazo. No era lo mismo ser insulso porque este era algo apagao o inútil en determinados quehaceres. Ambos dos no solían ser malas personas, distinto del inetesau ya que este era listo, egoista y avaro. 

Viñeta "Cuentos baturros" de Teodoro Gascón.