El
Diario de Avisos de Zaragoza relató en
1892 las fechorías de este bandido: “…el Greñicas empezó su carrera criminal en
Montalbán, cometiendo el asesinato de dos ancianos, padre e hijo en el año 1867…”. Tras
estas muertes, Juan Espés Rubio, fue condenado a cadena perpetua por
delito de homicidio pena que, al reformarse el Código Penal, se conmutó por la
de 20 años. Esta pena la comenzó a cumplir en la prisión de Ceuta.
Juan Espés, el tio Greñicas, escapó de
la cárcel de Ceuta en 1872 pero fue capturado e ingresado en el mismo penal
hasta que fue trasla-dado a Melilla de donde volvió a fugarse en fe-brero de
1878. "...desde entonces hacía sus incursiones al país de su origen, ya
para cometer venganzas, ya para hacer robos y es-tafas. En la historia de la
criminalidad de dicha comarca no se ha cono-cido otro que infundiera tanto
pavor. El nombre de Greñicas erizaba los cabellos, atemorizaba a las gentes y
asustaba a los niños: era una sombra, un fantasma, un demonio, peor que se le
veía y todo el mundo lo callaba."
Sus fechorías las cometía con la complicidad
de su cuñado Ramón Aznar. Constantemente intimidaron a muchos vecinos a quienes
pedían dinero, en teoría para abandonar el país, como a Jerónimo Balduque, José Carral, Lucas Quilez o Juan Villariz.
Sirva
como ejemplo que Juan Espés escribe una carta a Francisco Sánchez “El abogado” donde
le indica que hable con algunos amigos para recogerle alguna cantidad de dinero
para ponerse a salvo y retirarse de la tierra para no volver. Días después
escribe otra carta a Lucas Quílez, para que le entregue a su amigo Francisco
100 duros, que este ponga 200 y se los entregue a quien él sabe y si denunciasen
a la autoridad, que nada hay entonces que hablar; que hagan lo que mejor
les parezca, ya están advertidos para que no se quejen de lo que pueda suceder;
terminando el Espés la carta textualmente: “o la guerra o la paz”. Estos le
contestaron ofreciéndole 50 duros, pero en la mañana del 2 de enero de 1892, se
presentó Ramón Aznar, el Aragonés, en casa de Quílez, por encargo de su cuñado
Juan Espés diciéndole que iba por los 300 duros y con orden de este de no
recibir cantidad menor; llamado D. Juan Francisco Sánchez entregaron al Aznar
875 pesetas el Sánchez y 500 pesetas el Quílez, presentándose entonces la
Guardia Civil y detuvieron al Aznar con el dinero. Días después detienen al
Greñicas.
“El éxito coronó el
esfuerzo de todos. La villa de Montalbán y sus habitantes, la comarca entera y
la provincia de Teruel están de enhorabuena. El juzgado procede sin tregua ni
descanso en la formación del sumario, que será extenso y laborioso, dada la no
vulgar inteligencia de los bandidos. Se ha telegrafiado a las autoridades
superiores. Merece plácemes la benemérita guardia civil, el juzgado y las
autoridades de Montalbán.”
Fueron
trasladados a la prisión de Teruel y juzgados por robo. Juan Espés fue
condenado a 34 años, y su cuñado a 16 años y dos meses. En esta prisión
protagoniza un segundo intento de fuga. En 1894, mientras era trasladado a la
prisión de Melilla, se fuga de la cárcel de Almadrones siendo capturado, aunque
vuelve a fugarse del penal de Melilla el 4 de octubre de 1895 |
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