El moravedí era un impuesto de
periodicidad septenal que afectaba a todos
los subditos cuyos bienes alcanzasen
determinada cuantía. La Corona, para controlar y calcular este impuesto
necesitaba un censo exhaustivo, y de ahí la existencia del citado documento, en
aragonés, catalán y latín en 1385.
Al objeto de organizar el sistema económico de Aragón, las
Cortes de Zaragoza de 1446 dividen el suelo aragonés en doce sobrecullidas, cuya misión era el
cobro de los impuestos, especialmente de las sisas (impuesto sobre productos
alimenticios). Fernando el Católico ha tenido noticia en Burgos en 1495 de
que Francia estaba fortificando sus fronteras y armándolas, por ello convoca
las Cortes de Tarazona en las que, aparte de
establecer medidas defensivas, determina cuál será el modo para recaudar
impuestos. Así impone las sisas (impuesto sobre alimentos) en el pan y la
carne. Los que no pagasen las sisas tendrían pena de 500 florines y excomunión
a las personas o lugares que no cumplan lo ordenado. Nadie se libra de pagar
estas sisas, desde el monarca hasta el último súbdito.
Se ordena que todas las ciudades del Reino paguen 33 sueldos por cada casa o fuego. Las
villas, lugares, casas y monasterios con menos de 100 fuegos pagarán 16 sueldos
por fuego, caso de Escucha que cuenta con sólo 8 casas; en este año,
Valdeconejos tiene 24 fuegos.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario