El cine tiene que cerrar... 17 agosto 1978

Llega un momento en el que la ausencia de espectadores obligará al cierre del cine

Los cines, entre los que se incluía el Avenida de Escucha, debían remitir unos partes mensuales. El cine Avenida no los había remitido desde el mes de mayo de 1978 y la empresa lo justifica por la suspensión temporal de proyecciones en verano; por otra parte no han recibido autorización para subir el precio de las entradas porque en el momento actual entraña pérdidas económicas. La situación se dilató hasta febrero de 1981, fecha en la que se hizo cargo del mismo Antonio Malpica (con la proyección de La Guerra de las Galaxias) hasta septiembre de 1982. En febrero de 1983 el cine lo tenía arrendado un súbdito pakistaní que se ausentó de la localidad sin dejar domicilio. Se inician los trámites de baja del local que lo sería de manera oficial en enero de 1986.

La etapa de Antonio Malpica se intentó reflotar la asistencia con grandes películas