Hace más de 150 años proliferaban los registros mineros ya que, con la nueva regulación de minas, cualquiera puede registrar una pertenencia, dando lugar a un minifundismo minero que pobló las cuadrículas mineras de propietarios. Este es el caso de La Tonta, una mina que registra Pablo Clarós, de Utrillas, a cuya propiedad renunciará un año después porque no convenía a sus intereses; en este caso, pasaba a ser declarado terreno franco y registrable. ¿Por qué le puso de nombre La Tonta? ...pues vaya usted a saber. Esta mina estaba en Escucha, en el paraje de La Vaquera y limitaba con la Imperial, Pía 2ª y la loma de San Just.
Un día como hoy, de 1870, se publicaba el registro de La Tonta
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