Caridad minera.... 18 diciembre 1962

La viuda de un minero solicita un billete de caridad para poder desplazarse

Una de las caras más tristes de la minería la muestran aquellas mujeres que perdieron a sus maridos en la mina, viudas cargadas de prole y sin ningún recurso que las socorra. En este caso el marido de Ana Sánchez no falleció en el tajo, pero sí a consecuencia de la mina y su trabajo, del asma y una bronquitis crónica. La viuda queda tremendamente sola, con la única compañía de sus cuatro hijos de 7, 6, 4 y 2 años, y no le queda otra que ir con su hermana que vive en Palma de Mallorca: "no tengo medios que dar a mis hijos para el día de mañana, aquí en Escucha, y no me queda nada que ganar en este pueblo; me veo obligada a marchar". Solicitará al Gobernador Civil un "billete de pobreza" para poder desplazarse con sus hijos, porque no tiene nada. Es la historia triste de quien solo solicita caridad y nos permite reflexionar sobre el sufrimiento de tantas viudas e hijos pequeños de mineros que pagaron con creces la peligrosidad de un oficio que repartió riqueza y tristeza, a partes iguales.